Gabriel González Celestino, presidente del Consejo Ciudadano
de Procuración de Justicia de Baja California, aseguró que Anastasia
Lechtchenko no mató su hermana y madre, pero fue obligada por policías
ministeriales a firmar la confesión.
Incluso, argumentó el abogado, fue abusada sexualmente por
los agentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) que
cumplimentaron la orden de investigación y que todo está respaldado en la
declaración preparatoria que dio la joven mexicana de ascendencia rusa ante el
Juzgado Quinto de lo Penal el sábado 20 de junio.
“Ella rinde su declaración, niega los hechos; son falsos los
hechos de lo que se le está acusando. Es falso que ella haya dado muerte a su
madre y a su hermana. En su declaración, ella manifiesta y muestra golpes
visibles que trae en su cuerpo, asimismo fue abusada sexualmente”, dijo el
abogado.
Declaró González Celestino que de lo anterior “hay
constancia”, toda vez que se le aplicó el protocolo de Estambul, dentro del
cual ya hay certificación de lesiones y tortura. Agregó que el diagnóstico
psiquiátrico dicta que Anastasia no tiene enfermedad mental alguna, a pesar de
que Daniel de la Rosa, secretario de Seguridad Pública del Estado, comentó que
los resultados estarían listos el próximo miércoles.
“Como defensa –misma que inició el sábado 20 de junio–
tenemos acceso al sistema; como abogado, lo único sería que no tuviéramos toda
la información real en el expediente, yo no hablo de especulaciones. Es un
asunto muy delicado”.
Por lo anterior, el abogado de Anastasia solicitó al juez la
ampliación del tiempo constitucional para resolver el caso de 72 a 144 horas,
que vence la tarde del próximo 25 de junio, información que fue confirmada por
el Poder Judicial del Estado de Baja California.
Sostuvo también que en el Juzgado Quinto se giró la
instrucción a la PGJE para que los elementos involucrados acudan a ratificar el
interrogatorio hecho a la joven de 19 años. Afirmó el licenciado Gabriel
González Celestino que en la instancia judicial se giró instrucción de que en
la Fiscalía se abriera una investigación contra los ministeriales por tortura,
abuso de autoridad, abuso sexual y lo que resulte.
Cuando se le preguntó sobre quién asesinó a Valeria
Lechtchenko (hermana de 12 años) y a Yuliya (su madre), el defensor refirió que
Anastasia lo desconoce.
De confirmarse la información proporcionada por el abogado
de la presunta asesina de su madre y de su hermana, esta sería la tercera
posición de Anastasia:
La primera dada a conocer cuando supuestamente confesó el
crimen de sus dos familiares, incluso con detalles, que compartió con por lo
menos cuatro autoridades, la Subprocuraduría, la Unidad de Homicidios, el
agente del Ministerio Público y la Embajada Rusa.
La segunda ocasión que habló sobre el tema que la exhibe en
términos mediáticos, Anastasia fue captada mientras se entretenía en Playas de
Tijuana, hasta donde periodistas llegaron para entrevistarla sin que se
refiriera a las acciones que la llevaron a ser detenida.
Y tercera, la inocencia que declara el abogado sobre la
autoría del cruento asesinato de su madre y su hermana, tras ser torturada y
abusada sexualmente.
LA CRUEL CONFESIÓN DE ANASTASIA
¿Por qué Anastasia Lechtchenko Masney no estuvo en prisión? Es una pregunta que a muchos inquieta. No sólo por la saña del asesinato de su
madre y su hermana, cuyos cuerpos fueron desmembrados y órganos extraídos, sino
porque la joven presuntamente confesó a la autoridad del estado ser la verdugo
de su familia.
La razón de la libertad de quien se confesó victimaria de su
madre y hermana, se debe a las deficiencias que persisten en el método para
procurar la justicia y administrar la misma. Inicia con un choque de conceptos
en el proceso judicial entre la labor de la Agencia del Ministerio Público y el
Juzgado Quinto Penal, y se encuadra en un desentendimiento entre la Procuraduría
General de Justicia de Baja California y el Poder Judicial.
Sin embargo públicamente, ni el Poder Judicial ni la
Procuraduría se han enfrentado. Lo que sí, se culpan una institución a otra,
por la libertad de Anastasia.
Anastasia Lechtchenko Masney es hija de padres rusos que
fueron cirqueros, nació en San Luis Potosí, tiene 19 años, y desde hace tres
sus padres empezaron a tener problemas para gobernarla, según se quejaron ante
las autoridades de CAPEA en 2012, 2013 y 2015, años en los que fueron a
reportar sus desapariciones.
La madrugada del 11 de junio de 2015, la Policía Ministerial
adscrita a la Subprocuraduría de la Zona Tijuana, la detuvo en calidad de
indiciada.
Unas horas antes, los cuerpos de su madre, Yuliya Masney
Safonchik y su hermana Valeria, habían sido localizados en la casa materna
ubicada en avenida Ensenada número 22311, Sección Jardines del Sol en Playas de
Tijuana. Las habían asesinado, destazado y dejado sus restos en bolsas negras
en el patio trasero del inmueble.
La noche del 10 de junio, las autoridades llegaron a la casa
por dos denuncias:
- Vecinos reportaron olores fétidos que salían de la casa en Jardines del Sol.
- Una denuncia anónima de una mujer, informando que la joven Anastasia le había pedido ayuda para tirar las bolsas con los cuerpos, porque no tenía carro.
Los agentes de Homicidios se encontraban revisando la escena
del crimen cuando Igor Lechtchenko (padre y ex esposo de la víctima, separado
dos años atrás de la familia) llegó a la casa porque un vecino le avisó que
algo sucedía.
El hombre dijo a los investigadores que la única persona que
también habitaba la casa y no estaba entre las muertas era Anastasia, y que el
9 de junio, cuando fue a la casa la notó rara, que se puso agresiva, no lo dejó
entrar e incluso, lo amenazó con llamar a la Policía. Por eso mejor se fue.
Entonces la PGJE emitió una orden de presentación a nombre
de la joven como posible inculpada. La encontraron en una terraza con unas
amigas. Desde el primer momento Anastasia decidió confesar que ella las había
matado, del motivo, según dijo, fue porque le hacían brujería.
Como el asesinato se había dado de tres a cinco días antes
de su presentación, no había flagrancia. El Ministerio Público justificó que no
podía retenerla porque era ilegal la detención. Por eso después de tomarle la
declaración –proceso que según la autoridad no duró siquiera una hora–, la dejó
libre.
Anastasia jamás estuvo detenida.
LA CONFESIÓN
Desde que los primeros agentes ministeriales la encontraron,
Anastasia Lechtchenko Masney dijo que ella había matado a su madre y hermana.
Comentó que había leído en internet cómo destazar cuerpos,
pero en la declaración formal ya no lo mencionó. Los peritos no encontraron
ninguna computadora en la casa.
En su declaración ministerial, la muchacha contó:
Se desapareció por tres días y regresó a su casa la noche
del 7 de junio. Durante su desaparición había estado con tres hombres distintos
a quienes había cobrado por sexo. Explicó que intentó entregarle 3 mil pesos a
su madre “para que la quisiera”, pero que la mujer se negó a recibirlo, y,
según Anastasia, respondió agrediéndola con muchos calificativos humillantes,
como que su vida no valía nada, que era poca cosa y otras palabras
altisonantes.
DE LA MADRE: ‘TENÍA CARA DE QUE SABÍA QUE LA IBA A MATAR’
La joven explicó que se fue a caminar y regresó. Encontró a
su madre en el sillón, y escuchó una voz que le dijo que la matara “porque es
bruja”. Con ese mensaje, justificó que por las noches sentía piquetes en el
cuerpo por los trabajos de brujería que le hacía su mamá.
Sin escozor confesó:
Su madre estaba sentada en un sillón en la sala y “… tenía
cara de que ya sabía que la iba a matar”. Entonces Anastasia se paró atrás de
la señora, le puso la soga al cuello, levantó una rodilla y la recargó contra
el respaldo del sillón y empezó a jalar. Explicó que su madre tardó en morir,
porque de tanto en tanto, ella aflojaba la soga y se asomaba para verle la
cara. Según confesó, la asfixió durante media hora para lograr su objetivo.
DE SU HERMANA: UNA VOZ LE ORDENÓ SACARLE LOS OJOS
Continuó Anastasia con su relato:
Después fue a la recámara de su hermanita Valeria y la
asfixió con la misma soga, pero a la niña sobre la cama. Comentó que la carne
de la menor era más blandita y que mientras la mataba tocó su corazón y todavía
seguía palpitando.
Sobre por qué le sacó los ojos a su hermana, Anastasia
comentó varias cosas. Primero que una voz se lo ordenó, después, que sin la
mamá, la menor ya no tendría quién la cuidara.
DESPUÉS, SE FUE A CORRER
En la confesión Anastasia explicó que después de asfixiar a
su madre y hermana, se fue a correr para tranquilizarse. Regresó y jaló el
cuerpo de la madre al piso de la cocina. Ahí le cortó la cabeza, después las
extremidades y le sacó el corazón, “porque es la única forma de acabar con las
brujas”.
CRIMEN DENOTA CORAJE
De acuerdo con el criterio legal que se está aplicando al
caso, no es posible asegurar la culpabilidad de Anastasia, resulta imposible
también realizar un diagnóstico criminológico sin tener contacto con ella. Pero
la maestra en criminología, Martha Leticia Cruz Ramírez, ofrece un panorama
general del caso. El objetivo al estudiar un asesino es descubrir el epicentro,
la clave que lo lleva a desahogar una fantasía de muerte. Explica que en este
caso podría ser su madre y hermana. Por la forma en que lo hizo, puede
presumirse una personalidad psicópata, mas no asegurarse porque no hay de por
medio un estudio profesional.
Pero el crimen denota coraje, un sentimiento de frustración grande, “¿A qué se
debe? La pregunta está en el aire”.
‘Es la mejor mamá del mundo’
Hace un año Anastasia describió a su madre como guapísima, siempre pendiente de ella y de su hermana Valeria; la mejor mamá del mundo… un encanto. Lo hizo a través de un video de poco más de un minuto en la red social ask.com, en la que los usuarios responden preguntas anónimas; en este caso se le pidió una opinión sobre su madre. Dijo: “Guapísima, me deja hacer mi desmadre y entiende porque sabe que soy responsable. Siempre está al pendiente, siempre está ahí, para mí, para mi hermana. No importa qué tan raro se haya puesto todo, siempre va a apoyar mis decisiones aunque ella no piense igual que yo”.
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