A casi 15 días de concretado el proceso electoral mediante el cual seleccionamos a nuestros presidentes municipales, diputados locales, legisladores federales y en algunos estados, gobernadores. Campañas que para el gusto de un servidor, resultaron una auténtica pesadilla para algunos candidatos a diferentes puestos del servicio públicos, ya que en lugar de hacer una campaña a base de propuestas, algunos hicieron simplemente campañas de desprestigio.
Videos, llamadas (espionaje), fotografías indecorosas fueron
el pan nuestro de cada día.
En esta temporada electoral vimos y escuchamos de todo, y
era difícil no entrarle al juego, no importaba la fuente solo la evidencia para tomar parte de ese gran sector de la sociedad que se indignaba con facilidad.
Nos resultaba sorprendente como la información era tan
detallada, como si se tratara de una minuciosa investigación, y así lo
fue. Ésta fue recabada desde tiempo atrás y se añadían datos
recientes, se le exageraba un poco y rápido se subía a las redes sociales, a
radio, spots televisivos, impresos y espectaculares.
En base a esto me surgen preguntas, ¿Cómo se atreven los
denunciantes a juzgar a sus contrarios? digo, hablaron de transparencia, honor,
derecho, y todo el etcétera que adorna la verborrea política y si tenían esa información
desde tiempo atrás, ¿Por qué no la sacaron a la luz? Y si esperaron a tiempo
electoral ¿Por qué no tienen el valor de denunciar?
Dentro de las cosas agradables y positivas en mi opinión fue
que estas elecciones resultaron hasta cierto punto ‘desnudas’, donde el ojo público fue el principal juez, la
ciudadanía actuó a la altura de la democracia, olvidémonos de aquellos que
estuvieron gritando y agitando a fuera de las casillas, aquellos que andaban
acarreando, aquellos que hicieron uso de violencia, eso no es participación,
esa es una ciudadanía irresponsable.
Qué mejor manera de participar en el proceso electoral, que
defendiendo la elección, cuidando ese derecho que bastante nos cuesta, eso es
democracia, democracia ciudadana activa y proactiva, lo demás, es el 'mañoseo' de
siempre, el poner los intereses de partido sobre los intereses ciudadanos,
digo, que pasa con todos aquellos que no pertenecemos a un partido, pero si
simpatizamos con la idea de algún candidato, es preciso recordar y recalcar que
primero que nada somos MEXICANOS, yo soy mexicano, y no me agrego el apocope de
algún partido.
Otro detalle a resaltar fueron las candidaturas
independientes, para todos aquellos que no pertenecían a un partido y
decidieron lanzarse y porque no decirlo, también para todos los que por un
berrinche decidieron desligarse de un partido y probar suerte por la vía
independiente, como fue el caso de Jaime Rodriguez Calderon ’el Bronco’,
gobernador electo en Nuevo León y aprovechando el hartazgo de una ciudadanía
logra ganar y de manera contundente.
El otro caso y creo de gran mérito, es el del ahora diputado
federal Pedro Kumamoto, por el estado de Jalisco, él no tenía nexos con ningún
partido político, poeta de profesión y un verdadero animador en este proceso,
Kumamoto es el más claro ejemplo para todos los partidos que siguen operando
con las mismas artimañas de siempre, la sociedad ya tiene autonomía, tiene
valor y tiene decisión, quedó demostrado.
Ahora solo queda esperar a que cada gobernante electo haga
su trabajo, por el que se le paga y se le paga muy bien.
Para cerrar este escrito y disculpándome por si en algunas
cosas no hay concordancia, estoy seguro que estamos entrando a la era digital,
donde el quinto poder (las redes sociales) es una llave que debemos cuidar y validar
siempre, así que si vamos a criticar lo
hagamos a conciencia, que también si no estás de acuerdo con la ideología de
algún partido, sea cual sea, impulsemos la candidatura independiente, claro, si
el que va a la representarte realmente vale la pena, ahora sí, a trabajar por México.
El Blog Incómodo / AMM
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