Lo acepto, no la había visto y no confiaba en ella. Crimson Peak (La Cumbre Escarlata) es la última película del "visionario" director Guillermo del Toro.
Debo aceptarlo, me gustan las películas del mexicano. Debo aceptar que quedé muy satisfecho con Cronos y maravillado con El Espinazo del Diablo.
Por supuesto amé El Laberinto del Fauno y me sorprendió Pacific Rim, pero esta vez era diferente. Quizás por su regreso al género que lo hizo comenzar en el cine: el horror.
¿De qué trata?
La aspirante a escritora Edith Cushing está huyendo de un trauma infantil. Tras toparse con un seductor desconocido que le roba el corazón, la joven se debate ahora entre el amor por su amigo de la infancia, el Dr. Alan McMichael, y el misterioso desconocido que acaba de conocer, Sir Thomas Sharpe. Pero las dudas de Edith se disipan y decide casarse con Thomas. Los dos se mudarán a una misteriosa casa en la cima de una montaña junto con Lady Lucille Sharpe, hermana del misterioso forastero.
Allí, en esa montaña de terreno arcilloso de un intenso color rojo sangre, la joven trata de escapar de sus propios fantasmas del pasado, y empieza a descubrir una casa que respira, sangra y está llena de recuerdos y espíritus. Entre el deseo y las sombras, el misterio y la locura, se esconde la verdad sobre la cumbre escarlata, un lugar lleno de secretos que perseguirán a Edith para siempre.
¿Qué es lo más resaltable de la película? Hay bastantes elementos, el más importante son las actuaciones. Pues a mi gusto la interpretación de los tres principales personajes ha estado a la altura, la actriz revelación que ha dado de qué hablar Mia Wasikowska interpreta a Edith, una joven hija de familia acaudalada, escritora de novelas de fantasmas y romance se enamora del misterioso hombre que ha venido a retar a su padre; Tom Hiddlestone es Sir Thomas Sharpe, un joven inglés que irrumpe en la familia para pedir apoyo económico para su proyecto minero, y la no menos importante Lucille Sharpe, interpretada por la actriz Jessica Chastain, la desquiciada hermana aparentemente celosa.
Otro aspecto grandioso del filme es sin duda alguna la atmósfera que logra. La creación de una mansión embrujada que evoca los mejores tiempos de las novelas de horror de H.P. Lovecraft o lo barroco de la literatura de Edgar Allan Poe. Sin duda estos escritores han servido de influencia importante para la escritura del libreto a cargo de Guillermo del Toro y Matthew Robins.
Es un cuento de romance y terror llevado a la pantalla grande. Sombrío y aterrador pero con un ritmo que a veces decae.
Lo que no me gustó y por mucho fueron los fantasmas creados por computadora. Se ven terriblemente falsos y carecen de sentido. Lo mejor habría sido apelar al maquillaje.
Es una película un tanto complicada para el espectador. Pues no es precisamente realizada para los amantes del cine de terror o del drama romántico. No. Es una película para quienes disfrutan del espanto clásico. A quienes les gusta leer historias viejas de fantasmas. Cuentos clásicos de casas embrujadas.
La película no es mala pero tampoco excelente. Es quizás la más personal que ha realizado Guillermo del Toro. Buena para verse con atención en una noche lluviosa y fría pero no muy recomendable para verse en domingo con palomitas. Yo sólo espero que la próxima sea mejor. Mucho mejor.
Calificación: 7.5
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